TRATAMIENTO DE LAS FOBIAS
Una fobia es un temor intenso e irracional hacia personas, animales, cosas o situaciones.
Las personas con fobia experimentan ansiedad mientras se está en presencia real o imaginada del estímulo fóbico. Por ello, es normal que aparezcan los mismos síntomas que en la ansiedad junto con el miedo intenso.
Existen infinitos tipos de fobias pero suelen agruparse según características comunes teniendo:
- Agorafobia con o sin trastorno de pánico: el miedo está relacionado con situaciones en las que la persona cree que no podría escapar o pedir ayuda. A veces se puede confundir con una fobia social si está relacionada con concentraciones de personas. Ejemplos típicos son: ascensores, centros comerciales, etc.
- Fobia social: en este caso la fobia tiene que ver con la opinión negativa que puedan tener los demás hacia uno. Ejemplos serían: comer en público, sentirse continuamente juzgado/a por los demás, tener miedo a equivocarse en público, etc.
- Fobia específica: es el caso de la típica fobia a las arañas, las cucarachas, los perros, a las alturas, a volar en avión, etc.
Las fobias normalmente no son un problema. Muchas de ellas permiten a la persona vivir con relativa tranquilidad esquivando el estímulo fóbico. Por ejemplo, muchas personas conviven con el miedo a las cucarachas o a los “bichos”. El PROBLEMA APARECE cuando interfieren de manera significativa con poder disfrutar de una vida normal. Un ejemplo sería cuando no puedo buscar trabajo porque tengo fobia a conducir y vivo en una zona aislada. Otro ejemplo sería cuando no tengo una vida social suficiente por miedo a relacionarme con los demás.
¿Cuánto dura el tratamiento? Es una pregunta muy frecuente y de difícil respuesta. Las variables más importantes para la duración del tratamiento son: la causa, la gravedad, el tiempo de evolución y el paciente. La causa, la gravedad y el tiempo de evolución, en el momento de consulta ya son factores incontrolables y no se tiene poder para cambiarlo. Sin embargo, el modo de afrontamiento del paciente sí que es mejorable. Por tanto, si el paciente se involucra activamente en la terapia ésta se reduce sobremanera. Pero hay que tener en cuenta que si se viene a consulta 3 años después de empezar los síntomas no es lo mismo que si se viene después de 1 o 2 meses de haber comenzado. Como ya expliqué es mucho mejor venir a consulta al comienzo de los síntomas. Esto hará que la duración del tratamiento sea menor y, por tanto, su coste.
Tratamiento farmacológico, ¿SÍ O NO? No hay que ver a los fármacos como enemigos o como que se va a depender de ellos. Esto no significa que haya que acudir a los fármacos como primera solución, porque para ser sinceros NO CURAN LA CAUSA. ¿Esto significa que son malos? NO. De hecho, y siempre según el caso, son NECESARIOS. Pero NUNCA DEBEN SER NUESTRA PRIMERA OPCIÓN salvo que la sintomatología lo aconseje. La primera opción debe ser el tratamiento psicológico. Si acudimos en las fases iniciales de nuestras dificultades o problemas no vamos a tener que vernos obligados a tomar un tratamiento farmacológico. ¿Y qué pasa si mi sintomatología es grave o muy incapacitante? En este caso, y siempre bajo recomendación profesional sanitaria, sería recomendable una valoración por parte del psiquiatra de complementar la terapia psicológica con la terapia farmacológica. A esto se le llama un ABORDAJE MIXTO de la patología. Este tipo de abordajes han mostrado en todos los estudios científicos una mayor potencia que el abordaje farmacológico exclusivo para patologías graves o muy incapacitantes.
¿Por qué no tratarme entonces directamente con un psiquiatra? Piensa lo siguiente, un psicólogo estudia toda su carrera universitaria sobre cómo funciona la mente de las personas, la sociedad, la cultura, etc. Un médico psiquiatra da únicamente 1 asignatura de psiquiatría en su carrera y luego hace 4 años de residencia en un hospital en determinados servicios. Es obvio que para una patología muy grave, a la cuál ellos están muy acostumbrados a tratar, la elección es consultar al psiquiatra de urgencias. Sin embargo, hay muy pocos psiquiatras que ofrezcan un abordaje psicoterapéutico, ya que la gran mayoría sólo ofrecen un tratamiento farmacológico dejando cojo el tratamiento al no tratar la causa, sólo sus síntomas.
Sin embargo, cuando estamos determinando a qué especialista acudir es muy probable que no tengamos una patología muy grave, por lo que se recomienda acudir al psicólogo. Si la valoración del psicólogo es que la patología puede requerir ayuda del psiquiatra u otro profesional sin duda alguna se te recomendará.