TRATAMIENTO DE LOS TRASTORNOS SEXUALES
Los trastornos o disfunciones sexuales son aquellos que afectan a la esfera sexual de las personas.
Dentro de este grupo estarían:
- Eyaculación retardada:
- Retardo marcado de la eyaculación o infrecuencia/ausencia de eyaculación.
- Eyaculación precoz:
- La eyaculación se produce antes de lo que desea el individuo, aproximadamente 1 minuto después de la penetración vaginal.
- Trastorno eréctil:
- Dificultad para conseguir/mantener la erección del pene durante la relación sexual.
- Trastorno de deseo sexual hipoactivo en el varón:
- Ausencia/reducción del interés por la actividad sexual o las fantasías sexuales.
- Trastorno orgásmico femenino:
- Retraso/infrecuencia/ausencia del orgasmo o la reducción marcada de su intensidad.
- Trastorno del interés/excitación sexual femenino:
- Ausencia/reducción del interés por la actividad sexual o las fantasías sexuales.
- Trastorno de dolor genito-pélvico/penetración:
- Dificultades durante la penetración vaginal durante las relaciones sexuales.
- Marcado dolor vulvovaginal o pélvico durante las relaciones o intentos de penetración.
- Tensión o contracción marcada de los músculos del suelo pélvico durante el intento de penetración vaginal.
- Otras disfunciones sexuales no especificadas.
IMPORTANTE: en este tipo de trastornos es conveniente descartar primeramente una posible causa orgánica, por lo que es recomendable acudir al médico especialista correspondiente para descartar esta causa.
A pesar de la creencia popular, los trastornos sexuales se curan en su gran mayoría. Como siempre, la clave está en la actitud del paciente y en su motivación para lograr los objetivos terapéuticos.
¿Cuánto dura el tratamiento? Es una pregunta muy frecuente y de difícil respuesta. Las variables más importantes para la duración del tratamiento son: la causa, la gravedad, el tiempo de evolución y el paciente. La causa, la gravedad y el tiempo de evolución, en el momento de consulta ya son factores incontrolables y no se tiene poder para cambiarlo. Sin embargo, el modo de afrontamiento del paciente sí que es mejorable. Por tanto, si el paciente se involucra activamente en la terapia ésta se reduce sobremanera. Pero hay que tener en cuenta que si se viene a consulta 3 años después de empezar los síntomas no es lo mismo que si se viene después de 1 o 2 meses de haber comenzado. Como ya expliqué es mucho mejor venir a consulta al comienzo de los síntomas. Esto hará que la duración del tratamiento sea menor y, por tanto, su coste.
Tratamiento farmacológico, ¿SÍ O NO? No hay que ver a los fármacos como enemigos o como que se va a depender de ellos. Esto no significa que haya que acudir a los fármacos como primera solución, porque para ser sinceros NO CURAN LA CAUSA. ¿Esto significa que son malos? NO. De hecho, y siempre según el caso, son NECESARIOS. Pero NUNCA DEBEN SER NUESTRA PRIMERA OPCIÓN salvo que la sintomatología lo aconseje. La primera opción debe ser el tratamiento psicológico. Si acudimos en las fases iniciales de nuestras dificultades o problemas no vamos a tener que vernos obligados a tomar un tratamiento farmacológico. ¿Y qué pasa si mi sintomatología es grave o muy incapacitante? En este caso, y siempre bajo recomendación profesional sanitaria, sería recomendable una valoración por parte del psiquiatra de complementar la terapia psicológica con la terapia farmacológica. A esto se le llama un ABORDAJE MIXTO de la patología. Este tipo de abordajes han mostrado en todos los estudios científicos una mayor potencia que el abordaje farmacológico exclusivo para patologías graves o muy incapacitantes.
¿Por qué no tratarme entonces directamente con un psiquiatra? Piensa lo siguiente, un psicólogo estudia toda su carrera universitaria sobre cómo funciona la mente de las personas, la sociedad, la cultura, etc. Un médico psiquiatra da únicamente 1 asignatura de psiquiatría en su carrera y luego hace 4 años de residencia en un hospital en determinados servicios. Es obvio que para una patología muy grave, a la cuál ellos están muy acostumbrados a tratar, la elección es consultar al psiquiatra de urgencias. Sin embargo, hay muy pocos psiquiatras que ofrezcan un abordaje psicoterapéutico, ya que la gran mayoría sólo ofrecen un tratamiento farmacológico dejando cojo el tratamiento al no tratar la causa, sólo sus síntomas.
Sin embargo, cuando estamos determinando a qué especialista acudir es muy probable que no tengamos una patología muy grave, por lo que se recomienda acudir al psicólogo. Si la valoración del psicólogo es que la patología puede requerir ayuda del psiquiatra u otro profesional sin duda alguna se te recomendará.